Fecha: 20 de Julio
El transporte marítimo, un pilar fundamental en la cadena de suministro global, se encuentra en un punto de inflexión. Con el cambio climático y la sostenibilidad en la vanguardia de las preocupaciones mundiales, este sector se enfrenta a la necesidad de adaptarse y evolucionar. En este contexto, el transporte marítimo sostenible se ha convertido en un objetivo crucial para la industria.
El transporte marítimo representa alrededor del 77% del comercio exterior y el 35% del total, lo que subraya su importancia en la economía global. Sin embargo, también es responsable del 13,5% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero del sector del transporte en la Unión Europea, según el Informe Medioambiental sobre el Transporte Marítimo Europeo. Este dato pone de manifiesto la necesidad de un cambio hacia prácticas más sostenibles.
El camino hacia la sostenibilidad en el transporte marítimo implica varias estrategias. Una de ellas es la realización de auditorías energéticas. Estas auditorías pueden identificar áreas en las que las empresas pueden mejorar sus operaciones para ser más sostenibles. Además, pueden determinar la viabilidad de utilizar combustibles alternativos como el gas natural, el metanol o la e-amoniaco.
Otra estrategia es la actualización de la tecnología de los buques. La incorporación de tecnologías energéticamente eficientes es crucial para reducir las emisiones de carbono en la industria marítima. El mantenimiento predictivo puede prolongar la vida útil de los buques y reducir la necesidad de reemplazos, lo que también contribuye a la sostenibilidad.
Además, hacer los buques más ligeros a través de materiales avanzados como el plástico reforzado con fibra (FRP) puede reducir el consumo de combustible y las emisiones. Este enfoque no solo mejora la eficiencia energética, sino que también puede aumentar la capacidad de carga de los buques.
La adopción de combustibles marinos sostenibles y sistemas de propulsión alternativos también está permitiendo al sector avanzar hacia la sostenibilidad. El hidrógeno verde y el amoniaco son ejemplos de combustibles marinos sostenibles que están ganando terreno en la industria.
El transporte marítimo también puede beneficiarse de la creación de parques eólicos marinos. Estas instalaciones de energía renovable en alta mar pueden proporcionar una fuente de energía limpia y sostenible para los buques.
El camino hacia la sostenibilidad en el transporte marítimo no está exento de desafíos. Sin embargo, la capacidad de adaptación a la sostenibilidad abre nuevas oportunidades para el sector. La distribución marítima respetuosa con el medio ambiente será clave en el futuro, y las empresas que se adapten a este cambio estarán mejor posicionadas para tener éxito en el mercado global.
En conclusión, el transporte marítimo sostenible es más que una tendencia; es una necesidad para el futuro de la industria y del planeta. Con la adopción de prácticas más sostenibles, el sector marítimo puede continuar desempeñando su papel crucial en la economía global, al tiempo que contribuye a la lucha contra el cambio climático.
Fuente: Economía – Revista de actualidad, gestión y turismo
