RIESGOS Y DESAFÍOS DEL TRANSPORTE DE CARGA RODADA PARA EL 2023

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A pesar de la desaceleración que vive la economía, amenazada con moderadas recesiones en los Estados Unidos y Europa, el transporte de carga rodada afronta un 2023 con cierto moderado optimismo y sin perder de vista los riesgos que dibuja el actual panorama global.

Además de este factor, también se plantean grandes incertidumbres en la evolución de la crisis bélica en Ucrania, la inflación, los altos precios de la energía y de algunas materias primas y, cómo no, una pandemia que no acaba de dejarse atrás. Sin embargo, Wallenius Wilhelmsen estima que el ro-ro tiene mejores perspectivas para este ejercicio, sobre todo a la vista del moderado comportamiento del mercado global de automoción el año pasado.

Así mismo, en el análisis también influye la limitación de la capacidad existente en el ámbito de la carga rodada y la falta de pedidos de nuevos buques. En concreto, la naviera estima que la flota mundial de grandes buques ro-ro ronda las 600 unidades y que crecerá muy poco este mismo año, toda vez que solo se registran pedidos para once nuevas embarcaciones de este tipo, volumen que, según se estima, tendrá un impacto muy limitado sobre la oferta.

Por otra parte, también cabe la posibilidad de que China intente impulsar sus exportaciones de vehículos eléctricos, con el fin de hacerse con su parte del pastel en este mercado, aunque, al tiempo, Wallenius Wilhelmsen también pronostica que este impulso podría concentrarse en la segunda mitad del año, una vez se despejan las incertidumbres que genera el impacto de la pandemia sobre una población poco inmunizada tras la drástica apertura del país.

Otro factor a tener en cuenta es una posible estabilización en la evolución al alza en los precios de la energía y de las materias primas, tras numerosos meses de fuerte crecimiento. En concreto, la naviera estima que los precios de los productos agroalimentarios podría impulsar la inversión de los agricultores en nueva maquinaria, lo que, a su vez, implicaría mayor demanda de transporte.

A su vez, la mejora en el suministro de componentes electrónicos puede conducir a que se normalice la producción automovilística global, especialmente para turismos.

Fuente : MasContainer

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